crítica / Ziggy Stardust and the Spiders of Mars

Pop king, glamoroso, rocker, punk, kitsch. David Bowie en los años 70 fue punta de lanza de la nueva ola, navegó sobre ella antes que nadie y se transformò en ìcono, leyenda y mito, todo al mismo tiempo, y dàndose el gusto de decir, en este show de 1973, que era el ùltimo de su carrera.

Ziggy Stardust fue su alterego de aquel entonces, el que lo dejò en el podio de los personajes rockers de todos los tiempos y el que lo clavò en la historia del pop. Este es sòlo un concierto, glam y trasher, con ese vestuario horrible y a la vez genialmente diferenciador, con ese peinado endiabladamente feo y a la vez ùnico.

Un Bowie autèntico, aquì en Buenos Aires, al menos en fìlmico, en un trabajo sin mayores sorpresas que algùn backstage y el cameo de Ringo Starr, todo lo cual alcanza y sobra como para no perderse la proyección.
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Daniel Castelo