crítica / Colma: the musical

Tres personajes (una filipina, un gay y un latino) recién egresados de la "prepa" sienten que su vida está atrapada en la ciudad de Colma, que avanza a paso de tortuga mientras las demás ciudades tienen monumentos imponentes y McDonald's por doquier.
Esta producción de factura económica (música hecha con teclado y filmada en mini DV) sostiene su humor hasta la mitad de la proyección, dejándonos un hit fiestero en la cabeza y logrando divertir con una canción al ritmo del simple pitido de la alarma de un auto, incluyendo coreografías estilo Backstreet boys. Incluso hay un simpático musical dentro del musical y una canción de borrachera en un bar atendido por un emulo de Hulk Hogan, pero después de presentar el drama cliché que estábamos esperando lamentablemente la película no logra volver al clima que había planteado al principio.

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Laura Melchior